PUERTO PRINCIPE.- Rabia y frustración por llevar ya seis meses sobreviviendo bajo lonas: la cifra de un millón de personas que, tras el terremoto de Haití del pasado 12 de enero, sigue sin casa no desciende, según denunció ayer en un informe Médicos Sin Fronteras (MSF). En plena estación de lluvias y de ciclones, el panorama sigue siendo igual de desolador que hace un año. Y la gente cada vez está más enfadada y frustrada, agrega la ONG francesa. "Con la reconstrucción avanzando a un ritmo lento, y la estación de lluvias agravando las miserables condiciones de los desplazados, proporcionar refugio sigue siendo la necesidad más urgente", denuncia MSF en su informe. "La necesidad más general de los haitianos, recuperar algo de dignidad y esperanza, se está cubriendo con dolorosa lentitud", incide la organización, que desde el seísmo hasta finales de mayo ha atendido en Haití a 173.000 personas. MSF alerta de que mucha gente que escapó de los edificios derrumbados hace seis meses todavía hoy tiene miedo a buscar refugio entre las ruinas. No pueden quitarse de la cabeza las réplicas y los rumores que corren entre la población de que puede haber más seismos. "Se refugian bajo las lonas y las tiendas de campaña más endebles, corren tras ellas para agarrarlas cuando el viento se las lleva, y conviven con sus nuevos vecinos en desordenados emplazamientos urbanos", relata el estudio. Una de las médicos con más experiencia en Haití dice: "La mayoría de mis pacientes tienen miedo de ser tragados por la tierra. El terremoto se les ha metido literalmente en el cuerpo y el ruido está siempre presente. Tienen graves trastornos del sueño". |