LIBRE EXPRESIÓN

Las autoridades locales y nacionales deben reconsiderar la cancelación del Dr. Juan Darío Peña y realizar una investigación más profunda, más exhaustiva, no vaya a ser que estén cometiendo una injusticia contra un profesional de reconocida vocación de servicio, que sin lugar a dudas, lo último que hubiese querido era la muerte de esa señora, sea de la nacionalidad que sea.


CUIDADO CON UNA INJUSTICIA
Por Ignacio Márquez

La vida es lo más sagrado que Dios le concede al ser humano. Es por eso que todas las instituciones y legislaciones del mundo, salvo limitadas excepciones, priorizan el respeto al derecho de vivir desde la concepción hasta la muerte natural.

El derecho a la vida no tiene raza, clase social, condición económica, religión, partidarismo político… ninguna preferencia en particular.

Es una verdad indiscutible de la que está consciente todo el mundo, muy particularmente los profesionales de la salud, a quienes les corresponde el difícil, pero meritorio trabajo de salvar vidas.

A ningún médico, por muy alto que tenga sus conocimientos y logros personales, le agrada que se le muera un paciente, algo lamentable, pero normal en el mundo de la medicina, sobre todo en determinados casos, circunstancias y lugares.