La mirada de María Isabel, de unos 24 años años de edad, es intensa. Una sonrisa se alcanza a percibir en su cara de soldado algo adusta mientras está al frente del Primer Pelotón de Infantería, en la Primera Brigada del Ejército Nacional. Sus ojos café miran a su alrededor y luego van hacia los soldados en formación, observando el brillo de sus botas, la limpieza de los uniformes y la posición firme para empezar el entrenamiento del día.
“Es difícil verse en un Batallón de 800 hombres, y ser la única mujer comandante de pelotón, pero con autoridad y respeto pude hacerlo”, dice la primer teniente María Isabel Medrano Alcántara, una dama que tiene en su aval el haber sido la primera comandante de un pelotón de hombres en la historia del Ejército dominicano.
Cada mañana la comandante debía darlo todo, necesitaba firmeza, don de mando y mucha disciplina para que tantos hombres, con ideas y costumbres diversas, le obedecieran y estuvieran aseados, desayunados y vestidos correctamente a las 7:00 en punto.
“Yo abrí ese espacio en el año 2008, al convertirme en la primera comandante de pelotón, pero ahora otras me han seguido y lo han hecho bien”, afirma la “dama infantera”, como le llamaban sus compañeros comandantes en la Primera Brigada.
La primer teniente Medrano Alcántara hoy forma parte de la avanzada de la seguridad del Presidente de la República, que dirige el coronel David Gómez Prats, cuya misión es asegurar y supervisar previamente todos los lugares donde va a estar el primer ejecutivo de la Nación.
“Es un trabajo delicado y de mucha responsabilidad, pero cuando se sirve en una instancia tan elevada como el Cuerpo de Ayudantes Militares, entre jefes y compañeros tan capaces y preparados, se siente una gran satisfacción de ser militar”.
En los equipos de la seguridad presidencial trabajan otras mujeres, entrenadas y diestras, y la oficial Medrano dice que todas están muy agradecidas de la oportunidad que se les ha dado, porque velar por la seguridad del Jefe de Estado es una misión del más alto nivel y de responsabilidad patriótica.
InstructoraEgresada de la academia de Las Carreras en el 2007, la oficial Medrano Alcántara fue también la primera mujer dominicana que realizó el curso de Adiestramiento para Instructores, en la Escuela Militar de Winsec, de Atlanta, Georgia, bajo la égida del Ejército de Estados Unidos.
“Ese curso fue como una premiación durante mi labor como comandante del Primer Pelotón de Infantería, lo que agradezco a mis superiores”.
Entre sus entrenamientos más intensos, la comandante recuerda el curso de “Cazadores” en el Batallón de Constanza, cuando por primera vez se colocó la fornitura militar y cargó en la espalda una mochila con 35 libras de arena, además de otros kilos de equipos, armas y pertrechos, para hacer un recorrido a pie, durante tres días, desde las empinadas montañas de La Vega hasta la playa Caracoles de Azua.
Probablemente esta experiencia en las frías montañas de Constanza, sus destrezas para las artes militares y sus altas calificaciones en la Academia Las Carreras, fueron factores decisivos para su designación en las unidades tácticas, frente del Primer Pelotón de la Compañía, y dos años después en el equipo de la avanzada de la seguridad del presidente Leonel Fernández.
La carrera militar
La vocación por las armas la heredó de su padre, Víctor Medrano, quien hoy ostenta el rango de mayor del Ejército, y la ternura y espirirualidad que le brotan a borbotones, de su madre Isabel Alcántara, quien aún se ocupa de los detalles más mínimos de ella y sus otras tres hermanas, Jacqueline, Jessica y Michel, aunque estén casadas y trabajen lejos de la casa materna. Nacida en Santo Domingo en 1983, la comandante María Isabel se crió en el barrio militar de Pedro Brand, al lado de la Primera Brigada donde estaba asignado su padre, y siempre pensó que alguna vez llegaría a pertenecer al Ejército.
La vocación por las armas la heredó de su padre, Víctor Medrano, quien hoy ostenta el rango de mayor del Ejército, y la ternura y espirirualidad que le brotan a borbotones, de su madre Isabel Alcántara, quien aún se ocupa de los detalles más mínimos de ella y sus otras tres hermanas, Jacqueline, Jessica y Michel, aunque estén casadas y trabajen lejos de la casa materna. Nacida en Santo Domingo en 1983, la comandante María Isabel se crió en el barrio militar de Pedro Brand, al lado de la Primera Brigada donde estaba asignado su padre, y siempre pensó que alguna vez llegaría a pertenecer al Ejército.
“Pero entonces estaba pequeña y no sabía que la carrera militar era tan difícil para una mujer, cuando entramos a la Academia éramos unas 30 en la tercera promoción, pero apenas nos graduamos seis”.
Aunque hay otras mujeres al servicio del Ejército y los demás institutos de las Fuerzas Armadas, oficiales graduadas de cadetes apenas pasan de dos docenas, ostentando el rango de capitanas algunas de la primera y segunda promoción.
El actual jefe de Estado Mayor del Ejército, mayor general Carlos A. Rivera Portes, mantiene su empeño para garantizar un alto grado de enseñanza y adiestramiento a todos los niveles de los miembros del Ejército que asegure una correcta utilización, mantenimiento y empleo de los medios técnicos y materiales que requiere el apoyo logístico para la seguridad nacional.
En ese sentido, Medrano Alcántara, destacó los avances que en los últimos años han experimentado las Fuerzas Armadas Dominicanas, y dice que es un orgullo muy grande pertenecer a esos cuerpos que vigilan la frontera, las aguas territoriales y el espacio aéreo con celo y partriotismo.
En el Cuerpo de Ayudantes, comandado por el mayor general Héctor Belisario Medina, dice que todos sienten protección y consideración, y que sus superiores se ocupan del bienestar personal de cada miembro de los equipos de seguridad.
Dentro de sus obligaciones en los equipos operaciones, la oficial Medrano tiene que estar pendiente de cualquier perfil sospechoso, chequear y revisar a las mujeres que entran o salen del área de seguridad donde se encuentra el Presidente. Para este trabajo ha recibido un entrenamiento continuo en el Cuerpo de Ayudantes y realizado cursos de protección VIP.
UNA PROFESIÓN DIGNA Y PATRIÓTICA
La profesión militar es la organización jerárquica de los estudios que se inicia con la aprobación de los cursos de formación militar. En el caso de la oficial Medrano, una vez concluido cuatro años de estudios en la academia, obtuvo el grado de cadete, que la capacitó para ejercer la carrera militar y continuar avanzando en la profesión al estar apta para los cursos de superación de las armas y servicios, diplomado de Estado Mayor y altos estudios militares.
La profesión militar es la organización jerárquica de los estudios que se inicia con la aprobación de los cursos de formación militar. En el caso de la oficial Medrano, una vez concluido cuatro años de estudios en la academia, obtuvo el grado de cadete, que la capacitó para ejercer la carrera militar y continuar avanzando en la profesión al estar apta para los cursos de superación de las armas y servicios, diplomado de Estado Mayor y altos estudios militares.
Medrano Alcántara, además de Instrucctora en Atlanta y Cazadores en Constanza, ha realizado cursos en unidades administrativas, investigaciones criminales, derechos humanos, mando, gerencia y protección VIP.
Hace poco en temas de género y fuerzas armadas se ubicaba a la República Dominicana como uno de los escasos países que en la carrera militar estaban limitadas las mujeres solo a servicios médicos y áreas administrativas, pero ahora pueden ascender y lograr puestos de mando en igualdad de condiciones que los hombres, como es el caso de María Isabel Medrano.