El sacerdote dijo que los menores son instrumentos del crimen organizado, del narcotráfico y de grupos criminales que a sabiendas de la flexibilidad con que los infantes entran y salen de los centros de corrección, se aprovechan de ellos, incluso para orientarlos en la materia jurídica.
Manifestó que en algunos barrios hay niños que son llevados fuera de la casa por grupos delincuenciales, para entrenarlos en las artes criminales más horribles.
Expresó que lo sucedido con los menores sentenciados por la muerte de siete taxistas en hecho separado en el municipio Santo Domingo Este, amerita que un grupo de expertos, siquiatras, autoridades y criminalistas analicen los factores que llevaron a esos menores a cometer tal acción.
Sostuvo que eso pudiera estar pasando en otros pueblos del país, por lo que las autoridades deben poner atención en el asunto.
Jiménez Richardson dijo que el actual Código del Menor no se adapta a nuestras raíces, y fue impuesto por algunos organismos internacionales, por lo que hay que hacer una nueva normativa.
Dijo que toda la problemática y la búsqueda de solución a la lacerante situación apuntan a una necesaria modificación del Código del Menor.
Indicó que en el Código debe haber una sanción para los padres de los menores que permiten que sus hijos sean instrumento de todo tipo de producción para dañar a la misma sociedad.
“Debe haber responsabilidad penal, debieran ser procesados penalmente los padres de tantos niños que están en su casa consumiendo alcohol, perdiendo el tiempo, y los niños en las calles en horas de la madrugada”, adujo.